15-11-2023 23:55 |
En esta fecha tan especial volvemos a publicar parte del texto que escribimos cuando nació Hendersonline, porque, como también decimos cada 16 de noviembre, día del aniverasario de nuestro querido pueblo, el tiempo pasa pero el sentimiento de pertenencia es el mismo. Lo compartimos con todas las personas que viven en Henderson y con quienes a la distancia lo siguen queriendo como siempre. Al gran pueblo argentino, ¡salud!
Nos gusta decirte pueblo, nos ofende que los de afuera te llamen ciudad. Somos de “Enderson”, sin extranjerismos; los demás suelen llamarte “Genderson”.
Tuviste en 1945, cuando todavía no eras cabeza de partido, una población que superaba los 12.000 habitantes. Ahora, tus calles anchas, arboladas y de veredas generosas son transitadas a diario por una gran cantidad de las 10.539 personas existentes, según los datos del último censo (2022).
Qué importa el número, si lo importante está en la bonhomía de tu gente, en el valor incalculable de dejar la puerta abierta y el auto con la llave puesta, en el saludo amable al vecino camino a la cooperativa o el supermercado, o la terminal, que ahora está en otro lado.
Da pena aún, pese a los años transcurridos, ver la estación sin tren, y saber que aquel paso atrás significó una herida que desangró hijos hacia un exilio no querido. El fin del ramal, la inundación del ‘86, la tecnología facilitadora de las tareas rurales y algunos otros motivos hicieron que muchos se fueran. Hay embajadores en toda la Provincia y en todo el país, también en el extranjero. En todos lados va a encontrarse a alguien que hable de “Enderson”. Algunos de los que emigraron para estudiar volvieron para engrandecerte, otros están un poco lejos en cuerpo, pero jamás en alma.
Henderson festeja 114 años este 16 de noviembre. Se cumple el sueño de quienes decidieron allí, junto al rancho de la estancia La Porteña (aún testigo de esa época), levantar una estación de ferrocarril y poner en remate terrenos lindantes. El resto fue obra de los inmigrantes y de sus vástagos.
Salud, pueblo, tus hijos te saludan: los que te ven crecer a diario y los que se emocionan cuando se dan una vueltita de vez en cuando por tus diagonales y tu imponente plaza Estrada.